El frio Canadá siempre ha sido un país muy deportivo,
con equipos punteros a nivel internacional en disciplinas tan poco populares
para el gran público como el curling, el patinaje de velocidad, patinaje
artístico, bobsleigh, de hecho suelen copar los puestos altos en los medalleros
de los juegos de invierno de forma casi sistemática. También poseen unos
potentes equipos de hockey hielo tanto a nivel internacional como en las
franquicias de las principales ciudades del país autenticas dominadoras de la
NHL y recurrentes ganadoras de la Stanley Cup.
Con lo que nadie
relacionaría Canadá es con una potencia baloncestística, más allá de que
rebuscando en las hemerotecas aparezca una medalla de plata del equipo nacional
de baloncesto en las Olimpiadas de 1936 en Berlín, y como logros más recientes,
y de esto hace ya más de una década, alguna medalla en el campeonato de las
Américas.
A nivel individual
tampoco ha habido grandes nombres que le dieran lustre a su selección o que
tuvieran la consideración de grandes estrellas del baloncesto a nivel mundial,
con la salvedad en los últimos años de Steve Nash, que incluso ostenta dos MVPS
de la NBA, pero que ha sido muy intermitente en sus apariciones con la
selección nacional, y porque no decirlo; "poco podía hacer tan mal
rodeado". Otros como Rick Fox aportaron mas a nivel mediático que
deportivo, y nombres como Bill Wennington, Joel Anthony o Todd MacCulloch son o
han sido jugadores de rotación en sus respectivos equipos.
Esto tiene visos de
cambiar de forma radical en los próximos años, se atisba en el horizonte un
desembarco de talento llegado del norte que puede cambiar por completo el
panorama en el país del sirope de arce. La mayoría de aficionados han oído
hablar ya de Andrew Wiggins: autentico regalo de los dioses del baloncesto,
como lo definió ESPN, que acaba de enrolarse en las filas de la universidad de
Kansas y que será el indiscutible número 1 del draft de 2014. Se comenta que es
el fenómeno baloncestístico más importante ocurrido desde que hace 10 años
llegara a la liga directo del instituto Lebron James. El chico desde luego de
genética anda sobrado, su padre fue jugador profesional de baloncesto y su
madre gano medallas como atleta para Canadá en las olimpiadas de los Angeles
84, y lo más importante tiene un talento descomunal para la práctica del
baloncesto.
Pero hay mas....
Por JF9. Puedes leer el artículo completo en